30/5/12

Óleo por veladuras

Partimos de dos bastidores 30x40 entelados e imprimados como en anteriores ocasiones.
Sobre un bastidor realizaremos la pintura por veladuras y sobre el otro haremos un degradado con acrílico sombra tostada y agua. Sobre este degradado iremos haciendo pruebas de los diferentes tonos que tenemos intención de aplicar. La base de este ejercicio consiste en que sobre una grisaya de la fotografía vayamos sumando capas hasta conseguir el tono.

Grisaya base:
Elaborar una grisaya con sombra tostada dotará a la pintura de una carácter especial, pues como ya he comentado se trata de sumar capa tras capa de tal forma que la suma de tonos de las distintas sea el deseado. Este color, sombra tostada, posee unas características que lo hacen idóneo para la base, es cálido pero a la vez frío.
Calco de la fotografía

Grisaya con sombra tostada
Primera veladura:
El bastidor que contiene el degradado nos sirve para cuestionarnos la idoneidad del tono que pretendemos aplicar. Esto nos sirve únicamente para la primera veladura.
Las veladuras se consiguen con óleo y una cantidad de "Painting Medium de Talens". Esta cantidad tiene que ser la justa para que aporte fluidez al óleo y transparencia.
Bastidor de pruebas
Siguientes veladuras:
Tenemos que dejar secar la capa anterior, y debemos seguir la máxima GRASO SOBRE MAGRO. Esto se traduce en que la capa siguiente debe contener un poco más de medium para hacerla más grasa que la anterior y por lo tanto seque más tarde de la anterior pero antes que la siguiente.
(Es como el anuncio aquel  de .... te quiero más que ayer pero menos que mañana.)
Requiere mucho tiempo y paciencia pues se avanza poco a poco.
Las tres
Óleo por veladuras
30x40


27/5/12

Pintura matérica: la materia pinta

Desde mi modesta posición, pero con infinito cariño...., pensando en ella.


Mari Paz
60x80


23/5/12

ENCÁUSTICA


Los materiales para la realización de esta técnica son:
-Cera blanca de abejas en perlas
-Resina Damar en pedruscos que se recucen a polvo envolviéndolos con un trapo y golpeando con una maza.
-Parafina, necesaria para la limpieza de los utensilios.
-Esencia de trementina para la preparación de la capa base.
-Pigmentos.
-Pinceles de cerda (pues se estropean) o espátulas.

Materiales
Cera blanca de abeja
Parafina

Resina Damar

Sobre un tablero de 30x40 cm. ya preparado (entelado y tres manos de gesso), aplicamos una capa base de cera en frío.

Preparación de la cera en frío.
Fundimos en un recipiente 70% de cera blanca de abejas y 30% de resina Damar (ésto es el aglutinante). Retiramos del calor y añadir un chorrito de esencia de trementina. Extendemos con un trapo de algodón y dejamos secar al menos 1 día.

Cera y Resina Damar al baño-maría.
    Aplicación de la capa base o cera en frío

    Preparación de la encáustica en caliente:
    Se prepara igual que la anterior pero sin echar la esencia de trementina (pues ésta impide la solidificación y hace que se quede como la mantequilla). Añadimos pigmento, muy poco, la punta de una cucharita de café. Vertemos la mezcla sobre unos recipientes y enseguida se enfría. Ya está listo para ser utilizado.
    Acuarela que pretendo realizar en encáustica con los cubitos de cera ya fabricados.
    Proceso de realización:
    En un recipiente con una fuente calor coloco la parafina para la limpieza constante de pinceles.
    En otro foco de la vitrocerámica, con muy baja temperatura, voy fundiendo los colores de la cera, haciendo mezclas entre ellos aquí mismo si es preciso. Con el pincel voy depositando la cera sobre el bastidor. Es necesario una fuente de calor para que la cera se pueda manejar, lo mejor es ir dibujando aplicando calor con un secador de pelo y dibujando a vez con el pincel, de esta forma se pueden obtener multitud de tonos, formas y texturas. Cuando esté seco con un paño podemos sacarle brillo.




    Donde dobla el seto
    Escáustica
    30x40


    10/5/12

    Proceso de realización de un tránsfer

    Contamos con un bastidor de dimensiones 40x40 cm. preparado con tres manos de gesso, como en anteriores ocasiones. A la hora de transferir la imagen, ésta debe haber sido impresa entre una y cuatro horas como mínimo y máximo, preferiblemente en impresora de tóner.
    Mínimo 1 hora porque de lo contrario, a la hora de pasar el rodillo con el acetato diluido en agua por la imagen los colores se correrán. Y máximo 4 horas porque si no, no se transferirá la imagen, no se pegará la tinta.
    Si vas a incorporar letras en tu composición debes tener en cuenta que ésta deberán estar impresas como si estuvieran en un espejo pues a la hora de transferir se invierte el sentido.

    Descripción del proceso:
    En una pequeña bandeja para utilizar con rodillo, se prepara una mezcla de agua y acetato 1:1.
    Sobre la imagen se extiende esta disolución con un rodillo e inmediatamente después se pega al soporte procurando que no queden arrugas ni burbujas.


    Lo dejamos secar al menos un día, antes de empezar a deshacer el papel. Con agua templada vamos mojando los dedos y mediante movimientos suaves deshacemos el papel, quédandose sólo la tinta, y con mucho cuidado de no llevarnos también la tinta y producir calvas.


    A mí me salieron algunas. Disponía de otra fotocopia que salío mal y traté de disimular sobre todo las que estaban en los tonos más oscuros, pues son los que más se notan, haciendo unos mini tránsfer. Aunque se ha quedado el cerco del mini tránsfer, las calvas se han disimulado bastante bien, pero ésto es un trabajo de chinos. Mejor que no te salgan calvas.


    Así, y con mucha paciencia, vamos eliminando todo el papel. Hay que dar varias pasadas pues aunque parezca que se ha ido, cuando seca, se queda como con un velo blanquecino.

    Después aplicamos un capa de agua-cola (mucho agua y un poco de acetato), para que adquiera un aspecto algo "barnizado" y compense la pelusilla del papel que no podemos eliminar sin producir una calva.

    Dejamos secar e intervenimos la imagen. Yo opté por pintar los trajes con un óleo muy aguarrasado, a modo de veladura, para que se vieran todos los matices de la fotografía. Ésto debe hacerce con el gesto del pincel, (como si estuvieras pintando los trajes, no como si estuvieras pintando una pared), para que visualmente no se separen las capas, de lo contario parecería un velo puesto encima.